Eduardo Montenegro se abraza con su madre Rocío Zúñiga, después que esta se enterara que viajará a Europa.
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Hansel Vásquez

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Eduardo Montenegro enderezó su camino y ahora va rumbo a Europa

El jugador se convirtió en uno de los proyectos más llamativos de la recién creada escuela de fútbol del Udinese en Barranquilla.

Un abrazo emotivo, cargado de lágrimas, selló el momento más conmovedor en la corta vida de Eduardo Montenegro Zúñiga, que con 17 años logró la improbable metamorfosis de ser un futbolista, calificado por sus entrenadores como holgazán, a celebrar entre sollozos con su madre al pasar al fútbol de Europa.

La buena nueva se dio a conocer este jueves durante la presentación oficial de la Escuela de Fútbol del Udinese, un proyecto liderado por los ciudadanos italianos Federico Spada y Angelo Ronconi, quienes desde el 2014 vienen trabajando en este proyecto que inicialmente nació bajo el nombre del Parma F.C.

Desde la creación de la escuela, se han logrado muchos objetivos, entre ellos el título nacional de la categoría sub-17. Pero la prioridad del equipo es la formación integral de deportistas y así, finalmente, poder ubicarlos en el mercado europeo.

Eduardo Montenegro impresionó por su madurez táctica y su calidad.

Es en ese momento en que Eduardo, un volante mixto, se cruzó en el camino de Spada y Ronconi, en un inicio que no fue muy alentador para él y al poco tiempo tampoco para los dueños del equipo.

“Al principio estaba en Colombia Sport pero no asistía mucho. Un amigo me insistió para que fuera a la Escuela. Fui y en la primera convocatoria no quedé. Un día me llamaron y me presenté hablé con ellos y me quedé en la escuela”, recordó Eduardo.

Sin embargo, esa misma inconstancia que lo aquejaba en su anterior escuela lo siguió y estuvo a punto de dejarlo por fuera de carrera por cumplir su sueño: ser un jugador profesional.

“Primero que todo era la flojera. También eran los inconvenientes que tenía en la casa con los estudios, porque estaba en un colegio que era doble jornada. Los entrenos eran de 2 a 5 de la tarde, y entonces tenía que llegar a la casa, llegaba tarde y a veces no iba. El profesor me regañaba, cosas así, siempre percances”, explicó.

Federico Spada, director de la escuela del Udinese.

El remedio aplicado por la escuela fue hablar con el joven y tomar nota de lo que andaba mal en su vida personal. Luego vinieron los cambios y las cosas se comenzaron a dar, según detalló el mismo muchacho.

“Hubo un tiempo donde acá iba entrar en lo mismo. Tuve que cambiar de colegio, porque a veces fallaban algunos entrenamientos. Allí fue cuando los profesores de la escuela determinaron llevarme a la casa hogar y me colocaron a estudiar idiomas en la Universidad Reformada”, expresó el jugador.

Angelo Ronconi, presidente de la escuela del Udinese.

Tras estos ajustes a sus fallas, las cuales nunca lo dejaron llegar ni siquiera a un microciclo de trabajo de la preselección Atlántico, las cosas evolucionaron rápidamente.

Rafael Monfort, veedor del Udinese, rápidamente se fijó en la madurez táctica del volante y lo recomendó para el Watford de Inglaterra, que se hará con sus servicios por cinco años, cediéndolo al Granada de España, en una opción que se iniciará desde el 1 de enero del 2017.

Rafael Monfort, veedor del Udinese, Watford y Granada.

Sin embargo, la noticia fue guardada bien en secreto por el joven hasta este jueves, cuando en medio de la rueda de prensa de la presentación del nuevo proyecto del Udinese, Spada reveló el nuevo destino del jugador.

En ese instante, Rocio Zúñiga no logró contener sus lágrimas y en medio de sollozos vio como se hacía realidad el sueño de su hijo, luego de muchos sacrificios y tristezas.

“No nos había dicho nada hasta hoy. Esto es una sorpresa. Gracias al Señor por esta oportunidad que le está dando a mi hijo. Esto es grande”, dijo muy orgullosa. “Él no era rebelde porque que quería, sino por la situación económica. Aveces no había para los pasajes y él se quedaba en eso. Que no teníamos”, agregó.

Rocío Zúñiga, madre del jugador, no logró contener las lágrimas al enterarse de la noticia.

Así mismo, señaló que el cambio en su hijo se ha notado, que realmente al ponerle orden a sus sueños, la forma en que llevaba su vida se estructuró mejor, pues este siempre ha sido su sueño, según manifestó su padre Eduardo Montenegro.

“Desde su nacimiento su obsesión siempre ha sido el balón. Siempre desde los 5 años, participaba en escuelitas y allí fue evolucionando. La formación se ha ido dando y gracias a Dios lo ha traído hasta aquí. Siempre ha sido fue una responsabilidad apoyarlo, un poco limitado, pues soy un trabajador, pero siempre lo hemos apoyado”, expresó.

Junto con Montenegro, también fueron escogidos para llegar al Granada Jaime Alvarado y Juan Camilo Becerra, quienes tendrán la oportunidad de llegar al fútbol profesional del viejo continente.

Montenegro es la fiel estampa de que con dedicación y sacrificio, esa que hace tanta falta entre los talentosos que se quedan a la vera del camino, se puede llegar muy lejos. Tan lejos como para tocar el cielo, para llegar a las estrellas y abrazarse con el triunfo. 

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